Intentando dormir

Anoche no podía dormir. No se por qué, quizás fuera la cocacola que me bebí antes de ir a la cama, los 4 cafés de después de cenar, las anfetaminas, o que el inhalar pegamento estaba comenzando a afectarme. El caso es que no podía pegar ojo. Por eso y como se suele decir, me puse a contar ovejas. Al principio era divertido, incluso llegué a encariñarme con una de ellas... pero cuando tuve que esquilarlas y limpiar toda su mierda del suelo de la habitación dejó de hacerme gracia. Mandé a todas a tomar por culo y con la lana me hice 3 mantas, 24 jerseys y un cohete espacial.

Después comencé a contar vacas lecheras. Lamentablemente sólo cabían 2 vacas en mi cuarto, por lo que cambié a gallinas. Dos horas, dos vacas y 32 gallinas después me di cuenta de que mi casa parecía una granja y que yo seguía despierto, por lo que esquilé a las vacas, ordeñé a las gallinas y me hice otro cohete espacial. Harto de tanto animal comencé a contar caballos, pero no caballos salvajes, caballos de carreras, con jinete y todo. Los caballos no estaban mal, pero a quien no aguantaba era a los corredores de apuestas que se habían instalado en el salón. Todo el día gritando y fumando puros... Intenté contarlos a ellos también pero me acusaron de ser un pervertido y tuve que esquilarlos también.

Tras esto intenté organizar carreras de monos malayos pero no tuve éxito. Sólo encontré a uno y no participaba en carreras (creo que por tema de religión), únicamente se dedicaba a poner huevos. Al final y como era de esperar tuve que contar huevos, hasta que mi médico me advirtió de que contar huevos subía el colesterol por lo que lo dejé y lo esquilé. (Al médico no, al mono malayo). Luego intenté contar billetes de 500 euros pero no encontré ninguno por lo que me puse a contar condones. Desgraciadamente mi madre me prohibió seguir contando condones al encontrarme en la cama con una oveja un mono malayo y una montaña de preservativos de colores. Berta se llamaba creo. No mi madre no, la oveja. El mono no se como se llamaba, nunca cogimos tanta confianza.

Como no sabía ya que hacer, llamé a un amigo que me dijo algo sobre “una paja”. Pero mira, yo de esas cosas paso, ya tuve la habitación llena de paja por los animales y ahora que había conseguido limpiarla no la iba a ensuciar otra vez. La verdad es que empezaba a desesperar asi que decidí esquilarlo a él también. Luego me di cuenta de que no sabía que significaba esquilar por lo que me hice otro cohete espacial. 3 cohetes tenía ya y era incapaz de dormirme. Intenté contarlos también pero ni por esas... Así que al final, sabéis que hice? Apagué la cama, me metí en la luz y cerré los ojos. Creo que esa fue la clave, lo de los ojos. Cerrarlos. Es importante en verdad. Deberíais probarlo.

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...porque todo lo que yo pueda decir sobra...


- ¿Me da una caja de preservativos?
- ¿De 6, 12 o 24?
- ... ... ... es que la mía mide 16...




- ¿Me da una caja de preservativos?
- ¿De 6 o de 12?
- ... ... ... ¿Minutos?

San Valentín

Tras pasarme horas buscando un tema sobre el que escribir un post para deleite de mis lectores, y después de negarme a mi mismo una y otra vez el hablar sobre:

a) sexo
b) política
c) mi cuerpo serrano
d) sexo con políticos que quieren disfrutar de mi cuerpo serrano
e) la b es falsa

Y tras prometerme también que no diría que mañana, no sólo acabo los exámenes, sino que si hay suerte, haré el examen de la última asignatura de mi carrera (uy vaya, lo he dicho, jodeos de envidia). Y tras prometerme además, que a partir de ahora haré más ejercicio, que me acordaré de los cumpleaños, seré mejor persona y dejaré de sodomizar a alegres y risueñas chinchillas; me he decidido a hablar de algo de lo que caaaaasi no se ha hablado aún: el día de San Valentín. O mejor dicho, de como yo inventé San Valentín.

A muchos os sorprenderá que haya inventado tantas cosas (el canon digital, los lobbys...) pero qué queréis que os diga si uno es un genio sin precedentes... El día de San Valentín comenzó como un alegre 14 de febrero cualquiera hace ya unos cuantos años... o siglos, me es igual. Me encontraba yo como lo estaré mañana, feliz por haber acabado exámenes y me dije: Surri, vamos a inventar algo, que coño. E inventé San Valentín. Así sin más. En un principio no tenía nada que ver con el amor, ni el romanticismo ni todos esos inventos del Corte-Inglés. Tampoco se celebraba nada, simplemente era el día de San Valentín y servía como excusa para emborracharse como el día de Navidad, el día D, el Diafragma, el Diámetro o el Diabetes.

Y como os podréis imaginar ese día me emborraché, tal y como lo haré mañana para seguir con mi propia tradición. El caso queridos amigos, es que a consecuencia del brutal pedo, no se cómo ni en qué circunstancias, acabé en un casino de Las Vegas prometiendo amor eterno, en la salud y en la enfermedad y en la riqueza y en la más-riqueza-todavía.

Muchos fueron mis intentos por deshacer el entuerto, pero aquel maldito chiquiprecio con su dulce voz había conseguido conquistarme y lo que es peor, firmar un contrato prematrimonial donde él se quedaba con todo el dinero que me reportaba el porno por internet. Ah no, que esto fue hace siglos... el dinero que me reportabaaan... los sombreros de copa y los monóculos ... Y todo por beber más whisky del habitual. En ese momento juro que pensé en dejar de beber, pero por suerte alguién me paró los pies antes de que cometiera semejante locura. Así pues, el primer San Valentín de la historia me pasé al ron, y maté a mi primer chiquiprecio, cosa que no he podido dejar de hacer desde entonces. Luego ya vinieron todas esas chorradas del "regálale rosas", "te quiero mucho", o "ese hijo no es mio", pero vamos, que la esencia esencia de este día es el emborracharse, claro está. Asi que os invito a todos a que os dejéis de tonterías y os gastéis el dinero en bebida y no en cenitas ni bombones. Viva el ron! y a brindar por mi, que mañana acabo.



Única foto que he encontrado que no me ha provocado arcadas.

de España y los españoles...

Ante la propuesta del presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy de establecer un contrato de integración para inmigrantes si gana las próximas elecciones del 9 de Marzo, el equipo de este blog ha realizado un reportaje de investigación para saber en qué consisten básicamente esas "costumbres de los españoles" que los inmigrantes que deseen establecerse en el país deberán respetar.

En primer lugar, cualquier contrato que se realizase de este tipo debería hacerse por triplicado, de tal forma que una copia se la quedase el interesado, otra pasase a manos de la administración y por último una tercera, fuese entregada a la correspondiente subsecretaría general de asuntos subsecretarios, acompañada de partida de nacimiento, documento modelo 3045/H debidamente cumplimentado, 3 fotocopias del DNI, 18 fotocopias compulsadas del contrato de trabajo, carta a los reyes magos fechada y sellada por la secretaría de asuntos en materias generales, y el extracto del banco de cuando la tía Carmina se puso tetas nuevas. Todo previo abono de las correspondientes tasas por supuesto.

En segundo lugar, y para que el inmigrante vaya familiarizándose con la vida en nuestro país, la respuesta a su solicitud de establecimiento será respondida en los 48 meses hábiles siguientes, por medio de una carta que le llegará al vecino de arriba y en la que sus apellidos aparecerán incorrectamente escritos. Por supuesto, en la carta no aparecerá la respuesta final sino una demanda de más papeles que no han sido entregados y que la administración necesita para llevar a cabo la tramitación. La respuesta definitiva aparecerá en el BOE 47 años más tarde.

En cuanto a las materias que figurarán en dicho contrato, si bien hay muchas y muy variadas, nosotros nos hemos permitido el lujo de seleccionar las que creemos más características, ya que por su enorme difusión y calado cualquier persona residente en España está en la obligación de conocer. Estas son, entre otras, el deber de beber o haber bebido antes sangría, sidra o whisky DYC, comer o al menos haber probado la tortilla, el jamón y las croquetas de la abuela; y por supuesto, frecuentar los bares e indignarse si no te ponen una tapa con la cerveza. El inmigrante además, deberá conocer palabras clave de la lengua española, como por ejemplo hostias, joder y ponme un vino, así como distinguir claramente entre un coño y una caña.

Tampoco pueden pasar desapercibidas costumbres ancestrales como la impuntualidad, (los llamados 10 minutos de rigor), los insultos al entrenador de la selección de fútbol (tradición que todo español de bien realiza mientras ve el espacio de deportes del telediario), el apuntarse a un curso de inglés al que nunca se asistirá tras la primera clase, o el cruzar la calle por donde más le plazca.

El inmigrante además debe poder cantar correctamente la canción: "alcohol alcohol hemos venido a emborracharnos" y pronunciar con soltura y gracia andaluza un olé cada vez que la ocasión lo merezca. También sería necesario que se comprometiera a realizar un curso para la elaboración de torrijas en Semana Santa y otro para comer las 12 uvas sin atragantarse.

Todas estas costumbres son, claro está, solo unas cuantas de todas las que figurarán en el contrato, existen muchas otras y también se aceptan sugerencias para la propuesta, por lo que si se os ocurre alguna más, no dudéis en compartirla con los demás. Todo sea por la integración.

Los lobbys

Lo siento queridos lectores pero hoy tengo que haceros un importante anuncio. He desistido en mi idea de fundar un nuevo partido político y por tanto no me presentaré a las siguientes elecciones. Las razones para tal decisión son estrictamente personales y por supuesto nada tienen que ver con la idea de dedicarme exclusivamente a la industria del porno amateur en colaboración con mi gran amigo Paper. Es más, que hayamos fundado ya nuestra propia productora y que en youtube podáis encontrar un breve trailer de lo que serán... ejem, nuestras líneas de actuación, ha de interpretarse como mera coincidencia. (Pausa para que la gente busque el video por Internet)

Sin embargo, esto no significa que no vaya a tener influencia sobre el próximo gobierno que salga elegido. Al contrario amigos, he decidido fundar un lobby. Un lobby para el que no lo sepa, es un grupo de presión que trata de influir en centros de poder ejecutivo o legislativo y que es financiado de una forma poco clara. (En mi caso la industria del porno NO financiará dicho lobby, y lo vuelvo a repetir para que resulte creíble: dicho lobby)

El objetivo de cualquier lobby no es otro que actuar en favor de sus propios intereses o de los del colectivo a quien representa, si bien existen otros fines menos conocidos como son las peleas de globos de agua y el intercambio de recetas de cocina. Existen muchos tipos de lobbys, unos más conocidos que otros, destacando lobbys ecologistas, gays, de fans de los chiquiprecios, o de cobayas adictas al crack.

He de admitir que no es la primera vez que pienso en montar un lobby, de hecho la primera vez que lo pensé los inventé porque hasta ese momento nadie los había inventado antes. Como anécdota os contaré que les puse ese nombre: lobby, en honor a un pequeño perro que teníamos cuando yo era pequeño, llamado Francisco. Años después descubrimos que Francisco no era un perro sino un primo lejano que algún familiar se había olvidado en casa en alguna de sus visitas, por lo que le cambiamos el nombre a Manuel (un nombre mucho más humano). Y de ahí viene lobby. Una curiosa historia la verdad, la repetiré para que resulte aún más curiosa: la verdad.

Así pues y como estoy harto de que me tachen de egocéntrico, y de otras cosas peores que no diré aquí porque esto lo leen los niños y luego las manos van al pan; la función del lobby no será mi culto personal (para eso ya está el blog) sino que se dedicará a la honrada y noble tarea de la promoción del cultivo de hortalizas silvestres azules. De las cuales eso sí, tengo el monopolio y con las que pienso ganar un buen pellizco (y dinero también si puedo). Por supuesto se aceptan colaboradores y cualquier tipo de regalos y/o donativos. Lo diré otra vez para que esto último no pase desapercibido: desapercibido.

Viajes surrealistas: Moscú

Ahora que estan acabando los exámenes, seguro que más de uno estará planificando algún viajecito. Por eso, una vez más, desde este blog os propongo una ciudad a la que hacer una escapadita para así celebrar los suspensos acumulados. Hoy: Moscú

Dado el desafortunado incidente en el viaje a Pekín, esta vez no se me olvida el paso crucial y lo primero que hago es decidir que voy a ir a Moscú. Voy a ir a Moscú, voy a ir a Moscú, me repito a mi mismo una y otra vez mientras me golpeo en la cabeza con una guía de viajes sobre Moscú. Una vez hecho esto toca lo de siempre, hacer la maleta, comprar el billete, meterme en el avión y para Moscú que nos vamos.

Ya en el avión, una amable azafata me ofrece una pequeña degustación de un buen vodka ruso. Para que no se sienta ofendida, me veo casi en la obligación de probarlo, por lo que, con una sonrisa en la cara, le arranco la botella de las manos y le doy un buen lingotazo. Aaaah que bien sientan las costumbres rusas. Al llegar al aeropuerto, cual es mi sorpresa, que hay otra degustación, esta vez de un vodka típico de la ciudad. Otra vez me siento en la obligación de no hacerles un feo por lo que me bebo 2 vasos y medio y relleno mi petaca, vacía tras el largo viaje en avión. Habrá que ir preparado para afrontar el frío invierno ruso, pienso, mientras me tambaleo hacia la puerta de salida del aeropuerto, que al final resulta ser una ventana.

Salgo a la calle, y tal y como esperaba el termómetro marca -3º, hace un frío de bigotes me digo a mi mismo, mientras se me escapa una risilla tonta al imaginarme un montón de bigotes revoloteando sobre mi cabeza. Cojo un taxi, y entablo una agradable conversación con el taxista acerca de los tipos de vodka existentes en el país, todo esto en ruso por supuesto, idioma que ignoro a la perfección, pero que resulta que hablo con fluidez tras unos cuantos brindis con el conductor. De camino al hotel, me percato que en este país todo se ve un poco más borroso que en España. Cosas del frío sin duda alguna, esto se arregla con un trago más, pienso. Cuando consigo llegar y después de despedirme efusivamente del taxista diciéndole que es mi mejor amigo, pregunto por mi habitación y un amable botones me conduce hasta ella. En el ascensor hago unos cuantos chistes acerca de lo irónico que resulta que un botones tenga en su uniforme botones... jajaja. Viva Rusia! grito de pronto, lo cual parece hacerle gracia al susodicho botones con botones. Me despido de él con un abrazo y un pequeño pellizco en la mejilla, no sin antes decirle que le invito a una copa cuando él quiera. Al entrar en la habitación me veo en el espejo y parece ser que se me han subido un poco los colores, los ojos se me cierran y tengo una sonrisa permanente en la cara... jajaja estallo en un ataque de risa, y decido coger el teléfono para encargar pizzas a otras habitaciones... jajaja que divertida es Rusia! Cojo la lámpara y bailo con ella. Me dirijo al minibar, para invitar a mi compañera de baile a unos tragos, pero veo que ella se resiste. Discutimos. De pronto me siento rechazado por lo que cojo otra lámpara que al final resulta ser una televisión y la invito a una copa de vodka del minibar. Charlamos amigablemente, mientras brindamos a mi salud y a la de todos vosotros coño! que os quiero un montón!. No se porque pero la televisión cada vez me resulta más atractiva. Sus antenas se mueven al ritmo de una típica música rusa que se oye de fondo. Nos enrollamos. Comenzamos a quitarnos la ropa apasionadamente pero al intentar acostarnos en una de las dos... jaja que gracioso, hay dos camas de matrimonio en esta habitación... al intentar acostarnos en una de ellas nos vemos de pronto en el suelo. Alguien la ha movido. Comienzo a cabrearme. Tiro la televisión por la ventana mientras grito: Adguieeen a movidooo da camaaaaa!! Empiezo a sentir ira en mi interior y unas ganas enormes de destrozar el mobiliario. Revuelvo un poco la habitación y al final acabo rendido a los pies de la lámpara suplicando que me perdone y que me quiera. Que yo la quiero mucho porque es una lámpara muy bonita. Y que me de otra oportunidad. Te quiero lámpara! grito y de pronto me pongo a llorar desconsoladamente al recordar que he matado a la televisión. Oigo golpes y ruidos detrás de la puerta. Viene las pizzas pienso, y voy corriendo a abrir.


Me despierto en una lugar oscuro y con moratones por todo el cuerpo. No se ni que día es ni en donde estoy, hasta que alguien abre una reja y comienza a hablarme en un idioma super extraño. A la mierda Rusia, pienso, yo me voy para Madrid que esto no me ha gustado nada. Asi que ya sabéis, iros a Zahara de los Atunes que no hace tanto frío como aquí, y os lo pasaréis mucho mejor. Hasta la próxima entrega.