De como un blog puede cambiarte la vida...

No son pocas las veces que en mis reflexiones filosófico-metafísicas he llegado a la conclusión de que hasta la cosa más tonta, como hacerse un blog, puede llegar a cambiarte la vida. Al fin y al cabo si a la gente le cambia la vida hacer cosas tan estúpidas como casarse, tener un hijo, o yo que se... morirse... ¿como no te va a cambiar la vida un blog?. En mi caso he de decir que sí que me la cambió. Por ejemplo antes de hacerme el blog jamás tomaba café. Y ahora sin embargo, hay veces que sí. Para que veais como son las cosas...(mirada de fijate tú lo que te cuento). Sólo el hecho de hacerme un blog produjo una especie de efecto mariposa de esos, que al final desembocó en que de vez en cuando me tome una tacita de buen café calentito. Si eso no es un cambio radical que alguien me explique lo que es... Y vosotros os preguntaréis y que coño tiene que ver hacerse un blog con tomarse un café... ahhh amigos... esa es una gran pregunta. Sí, señor... una gran pregunta... Desgraciadamente no siempre hay respuestas para las grandes preguntas y muchas veces en vez de responder tenemos que conformarnos con repetir: Sí señor, una gran pregunta...

En cuanto a lo de que tomar de vez en cuando café te cambia la vida, ahí sí que están las cosas más claras. Por ejemplo, el café es diurético. Es decir, te da ganas de mear. Y las ganas de mear pueden cambiarte la vida, sobretodo si yo que sé... al ir a mear te electrocutas al encender la luz o algo así... Bueno, eso sería más que un cambio de vida un fin de la misma, pero no entraremos a discutir pequeñeces idiomáticas. Lo importante aquí, es que si mearamos con la luz apagada los blogs no nos cambiarían la vida. Y eso es una realidad. No podemos negarlo porque si lo hiciéramos contradijirejiriamos (cuál es el pasado de contradecir??) a los científicos que durante tanto tiempo se han dedicado a estudiar las ganas de mear que produce el café. Así que cuidado!, cuidado aquellos de vosotros que tomais café, tenéis un blog, meais y tenéis luz en el baño (o en el sitio donde meeis), debéis ser conscientes de que en vosotros se juntan más factores de riesgo que en ninguna otra persona.

Por otro lado, el café sube la tensión. Por lo que no es difícil intuir la relación entre tomar café y que en una subida de tensión nos electrocutemos con la puta luz del baño. En este caso amigos, tened cuidado también por si alguien se ha dejado la luz encendida antes que vosotros y al ir a apagarla se juntan todos estos factores y acabáis meándoos encima, con la tensión alta y lo que es peor, a oscuras. Por tanto, ya sabéis, si veis la luz encendida de un baño no la apaguéis, sobretodo los hipertensos. Yo de verdad que no quiero ser alarmista, simplemente me dedico a la divulgación estrictamente científica, siempre con seriedad y con un punto filosófico que nos haga meditar acerca de la importancia de beber blogs y tener café. No perdón, de mear blogs y encender cafés.

Y como ante todo creo en el rigor científico, he de admitir que también existe la posibilidad de que haberme hecho un blog no haya tenido nada que ver con tomar café. Entonces, ¿todo este post sería absurdo y completamente inútil?... aahhh amigos, esa no deja de ser una gran pregunta... Sí señor, una gran pregunta...

Ahí vienen...



Sobran las palabras. Esta es la prueba irrefutable de que esos malditos bichos siervos de satán se han apoderado ya de Grecia. Un nuevo país europeo que sucumbe... ¿A dónde se dirigiran ahora? ¿¿Llegaremos a ver a los chiquiprecios hablando en árabe, coreano, hindi, o dios sabe que otro incomprensible idioma...?? Todo esto sólo significa una cosa... Y es que a mis amigos se les pira aún más que a mi cuando me traen estas cosas de sus viajes...

Gracias por el souvenir Arita ;)

Última hora. Sobre el nuevo gobierno.

Bueno como todos sabréis a estas alturas, en esta legislatura tampoco seré ministro. La noticia ha corrido como la pólvora ya que no eran pocos los que esperaban que el Presidente me otorgase algún cargo en el nuevo gobierno, aunque al final no ha sido así. Me ha costado decir que no la verdad, pero qué queréis que haga, yo me debo a mis lectores. He preferido llevar una vida sencilla dedicándome en cuerpo y alma a este blog, antes que mandar, ordenar y ganar dinero desde algún ministerio importante. Yo soy así... una persona humilde, llana, sin grandes ambiciones, y modesta, sobretodo modesta.

Presidente, le dije, si no soy capaz de actualizar un blog a diario ¿como voy a ser ministro? A lo que él me respondió: calla y bésame, no me importa que rechazes el cargo, pero hazme tuyo por esta noche... No podemos seguir así, le contesté, lo nuestro es imposible, debemos luchar contra nuestros sentimientos y refrenarnos, o... ¿o qué? me dijo, mientras me acariciaba suavemente... o.. o... yo caeré rendido a tus pies, suspirando de amor... No me digas eso, me respondió. No me digas nada, sólo bésame, bésame mucho, como si fuera esta noche la última vez... Él es así... y yo...yo no se decir que no al amor (ni al sexo).

Viajes surrealistas: Marte

Ya se iba echando de menos ¿verdad? Se que muchos de vosotros estaréis como yo, planificando lo que vais a hacer en el puente de Mayo, por lo que hoy nuevamente nos dedicaremos a recorrer la geografía universal en busca de algún rinconcito al que escaparnos. Hoy Marte.

Puede que os sorprenda que el destino elegido para este nuevo capítulo de viajes surrealistas sea Marte, y la verdad que os entiendo porque incluso yo cuando lo elegí pensé: que sorpresa Marte! Es un destino poco habitual, y lo cierto es que se editan muy pocas guías de viajes sobre este planeta (este año si no recuerdo mal no se ha editado ninguna). Yo tampoco entiendo porqué, puesto que es un planeta de lo más interesante y por supuesto nada tiene que ver con otros lugares donde hayáis estado antes. (No, con Zahara de los Atunes tampoco).

No quisiera engañaros asi que lo primero que os diré es que el llegar a Marte en este momento está difícil. Al no ser un destino terrestre las posibilidades de transporte se ven muy limitadas, por lo que sólo podemos elegir el transporte aéreo. Además las compañías aéreas todavía no han establecido vuelos directos y otras opciones como la alfombra voladora no garantizan vuelos en cualquier época del año. (Aún así consultar agencias de alfombras voladoras). Así pues, lo más fácil para un viaje a Marte es por medio de setas alucinógenas.

Las setas alucinógenas las podréis adquirir fácilmente en vuestro comercio de setas alucinógenas más cercano. Cuidando eso sí el tipo de seta que se elige. Debéis mirar bien la etiqueta de la seta alucinógena, de tal forma que si en la etiqueta no está bien especificado que se trata de una seta alucinógena y pone por ejemplo, pan rayado, o tomate para ensaladas, desconfiad y acudir a otra tienda donde os puedan aconsejar mejor.

Una vez que hayáis llegado a Marte, si por ejemplo queréis llamar a casa para decir que estáis bien podréis usar cualquier teléfono que previamente hayáis llevado con vosotros. Podríais usar cualquiera en realidad, pero el usar teléfonos de otras personas, sobretodo si son desconocidas a veces trae problemas y denuncias innecesarias que nos amargarían el viaje. Por supuesto no olvidéis marcar el número antes de llamar y esperar a que descuelguen. Si queréis dejar un mensaje podréis hacerlo después de la señal.

Por otra parte, como todo el mundo sabe en Marte siempre es martes (chiste premiado como mejor chiste del post), por lo que los comercios suelen estar abiertos (aquí me refiero), a no ser que sea festivo, o estén cerrados, claro. Para pagar en ellos lo mejor es usar la moneda circulante en ese momento de la historia.

El clima en Marte es variable y suele depender de la zona en la que amartizemos, de la época del año o de si ese día hace más o menos calor o más o menos viento.

La diferencia horaria es una diferencia considerable, y muy diferente la verdad, pero no quiero extenderme demasiado por lo que si alguno está interesado que contacte conmigo o con su agencia de viajes particular.

Y para acabar, es interesante también la posibilidad de llevar con nosotros oxígeno para aumentar las posibilidades de supervivencia en el planeta, si bien esto no garantiza que vayamos a volver vivos, pero lo dejo a modo de sugerencia. Gracias por vuestra atención y buen viaje!




Vista marciana desde el Hotel Melía Marte

Ideas para un post

Ultimamente no me ha apetecido mucho escribir la verdad. Resulta que aunque todos penseis que soy un genio de las letras, alguien incansable, cargado de talento y de ideas, que coge un trozo de papel y es capaz de convertirlo en una sátira perfecta de la sociedad actual o mejor aún, en una pajarita, pero una pajarita de esas del cuello, no esas mierdas que hacen algunos y que luego te dicen, mira una pajarita, y tu piensas, ¿una qué? eso es un trozo de papel mal doblado... mientras te dicen, mira mira, se sostiene sola... y tu, pues que bien, yo también me sostengo solo y no armo tanto revuelo... En fin, que aunque todo eso sea cierto, hay veces en las que las ideas no me vienen a la cabeza. (Sonido como de gente que se sorprende, en plan: ohhh!)

Por eso hoy me he dedicado a recopilar unas cuantas ideas para un post. Por ejemplo, he pensado en escribir un primer párrafo. Más que nada porque todos mis post tienen un primer párrafo, y no quiero perder mis propias tradiciones inútiles. Sería como una introducción, no? En plan hablando de que no tenía ideas para el blog y echándome flores a mi mismo. También podría hablar de una pajarita... ultimamente es un tema con el que me obsesiono mucho, y creo que podría sacarle un poco de jugo, e incluso preparar un estupendo zumo de pajarita.


En el segundo párrafo (que en realidad sería el tercero), podría, no se... hablar del segundo párrafo (valga la redundancia) y de las bondades del zumo de pajarita bien conservado para que no pierda la vitamina C. Podría poner algún que otro paréntesis de esos que me gustan tanto y que ayudan a que mis post no tengan ni pies ni cabeza (como las pajaritas que tampoco tienen pies, cabeza sí, que es de donde se saca el jugo).

En el tercer párrafo (que continuando con el orden anterior, sería el cuarto) podría hablar de lo increíblemente importante que es que este fin de semana se haya cambiado la hora, y de cómo eso nos influye y condiciona en la medida de que ni con jugo de pajarta podremos recuperar la hora que nos han robado.

En el quinto párrafo podríamos preguntarnos entre todos, por ejemplo, dónde está el cuarto párrafo.

En el sexto podríamos encontrarlo. Ah mira aquí está.

En el séptimo podría decir algo como, no se cómo lo he hecho pero ahora coinciden los números de los párrafos con los párrafos auténticos.

En el octavo podría no decir la palabra párrafo.

En el noveno podría volver al recurrente tema de las pajaritas, y cómo su uso indiscriminado para hacer zumos está diezmando su población a pasos agigantados. Sin embargo creo que no lo haré y escribiré algo que de la sensación como de que el post se está acabando.

En el décimo me preguntaré cómo he sido capaz de escribir 10 párrafos sin hablar de nada en absoluto.

Y en el que décimo primero me despediré hasta el siguiente post, dejando eso sí cierta sensacion como de que queréis acostaros conmigo.